jueves, 22 de enero de 2015

BRISA - castellano - 1 minuto

La nave no necesitó hora de partida, sólo necesitó viento, aire y luz.
El velero acariciaba la caribeña agua, lentamente, sin quererla despertar, observando su verde reflejo.
El Tiempo ya se detuvo ante infinito mirar. Mirar al mar, al mar, amar.
La sensación de paz, dulzura, suave flotar, dormía  mi cuerpo, que no quería pensar.
Únicamente había una idea que me atormentaba dulcemente, y cada día al despertar, susurraba en mi mente, que aquello no podía perdurar, que sería una afrenta a los demás.
Intensa pasión, corazón vibrante, aire, agua, luz, música de viento. Y una luz tan bella, que guiaba la nave, esa luz, esa estrella.
JP

No hace falta saber si pudo ser. La nave se perdió entre la niebla del sueño y era su deseo. Fue el mejor sueño en vida y siempre lo será, mar.

1 comentario:

  1. !Enhorabuena! Te atreviste con un texto poético y creo que te salió muy bien.

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