CAZADORES DE CARIÑO

Dícese del espécimen que queriendo no se atreve y se conforma con el “roce del

 cariño”. Donde la raya de la corrección y la falta de ética se confunden.

Si alguien cruza la raya ya pasa a ser cazador de sexo, depredador, enamorado,

 golfo, vividor o con follamigos y follamigas.

Los que la vergüenza atenúa su iniciativa son observadores de la ilusión,

 no llegan a la zona de caza. Este espécimen acostumbra a carecer de

 autoestima que no de amigos.

Hay también el putero o el adúltero-a. Raramente, excepto la clase alta, 

que usan algún gigoló o masajista con final feliz.

El putero es directo y no soporta perder el tiempo y valora la variedad y  la 

celeridad antes que otras variables. Este grupo es el más precavido.

Los más atrevidos son los que gozan de las aventuras o amantes. Estos 

necesitan vivir intensamente y no se conforman con menos. Pero algunos no 

cuentan con las posibles complicaciones o-i “pilladas”.

Tenemos los solterones y jubilados. Los solterones acostumbran a optar por el

 puterio o la manualidad. Los jubilados dependen de la salud, dinero y las

 pastillas azules (también extendidas a otros grupos de estudio).

Los ninfómanos-nas son una parcela entre la exageración, capacidad,

 dificultad y enfermedad. Tanta necesidad acaba provocando conflictos 

o depresiones, o sexo en plan bacanal (sueños para muchos-as).

Los liberales acostumbran a ser parejas, que buscando novedades y 

motivación para evitar la rutina, acaban siendo clientes de los sex-shop, 

los intercambios, los locales de libertad sexual, etc.

El grupo, extendido entre los más jóvenes, que siendo agradecidos físicamente,

 tienen sexo ocasional con amigos o amigas (los follamigos-follamigas).

El grupo de parejas jóvenes de conveniencia, del “aparente”, de postureo, más

 para enseñar el trofeo que no una relación sana. Las envidias y la cantidad 

están muy presentes. 

Los gays, lesbianas, travestís i otras tipologías de sexualidad copan ya una

 parcela más numerosa de lo aparente y se agrupan en colectivos que traspasan 

la parte sexual y a veces actúan como verdaderos lobbys.

Los separados-as son los guerreros de la cama. Al principio, las ganas de 

recuperar el tiempo perdido, los impulsa a quemar todo lo que se mueve, 

después aterrizan y se normalizan. Acostumbran a encontrar nueva pareja.

Los que no pueden vivir solos. Estos necesitan pareja para que los guíe, que no

 deban pensar, y sobre todo no tener que decidir.

Los que quieren vivir solos. Son habitualmente gente con recursos económicos y

 físicos. Sólo cuando están en edad crítica ven que igual mejor con pareja. 

Si la pareja es más joven, mejor.

El rico o rica que compra su pareja. Empresarios, famosos, deportistas de 

élite… Su problema es que de entrada conocen el juego y aceptan una falsa 

relación. Temporalmente o a menudo son adúlteros sin mal de conciencia.

Los super-guapos, los sementales, los simpáticos, los de buena familia y

 entorno fácil. Con una característica destacable que les facilita las relaciones.

 Les va bien en su jaula de oro. Su suerte les interna en necesidades superfluas,

 drogas, bebida, probar…

Papi ayuda en caso de problemas. (Los no ricos se apañan). Difícilmente saben

 si sus relaciones son interesadas. 

Las parejas de toda la vida son eso, de pa siempre. Excepciones son las que al

 tener hijos y seguir con la rutina conocen a alguien que les despierta pasiones

 y abandonan todo para vivir la explosión. Y con el tiempo el retorno a la rutina.

Tenemos los que tienen doble vida, los que quieren vivir solos en la montaña, 

los que viven en lugares remotos y no hay mucho o nada donde escoger. 

Algunos animales de granja tienen pluriempleo o el puti más cercano lo 

aprovecha.

Los locos y variedades fuera de control no domino. Pero los violadores son mala

 cosa.

Tu igual crees estar en alguno de los grupos señalados, o en otros, pero todos

 tienen un punto de coincidencia con los cazadores de cariño. La necesidad de

 sentirse apreciado más allá de la amistad y el sexo y entrar en el oscuro 

subconsciente de la conquista.

Pero no, vosotros sois distintos y no os afecta. Y luego las excepciones, que las

 hay.

JP