viernes, 30 de marzo de 2018

JUEVES DE SEMANA SANTA


El perro está tumbado en la sombra de la terraza, levantando la cabeza cuando pasan los turistas por delante.
Se inmuta poco. No sé si está triste o relajado. Su mirada es noble y tranquila. Parece que agradece la compañía.
De vez en cuando se levanta calmadamente y se acerca para mirar la playa, fijamente, hasta que decide volverse a tumbar, ahora en el sol.
Su pelo negro se calienta hasta que decide cambiar de lugar.
El apartamento está tranquilo, las nenas están en la playa con algún amigo.
Veo que una está jugando a palas con Giorgio. Mi mujer le echa una foto mientras la otra toma el sol. Están a gusto.
Prontito nos vamos a pasear los perros y después a comer.
Y siesta.

JP



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